Los AirPods
Auriculares sin cable: literalmente
Estamos acostumbrados a ver diseños bastante diferentes y
futuristas en los auriculares de tipo botón e inalámbricos. Lo habitual es que
se busque algo muy reducido en tamaño y que pase lo más desapercibido posible.
Apple no ha escogido ese camino y mirar los AirPods es como mirar unos
auriculares con cable de toda la vida, peo sin el cable. Es justo lo que han
retirado, más allá del diseño interior para dar cabida, como veremos, a
bastantes elementos, y que los hace ligeramente más grandes.
Ya desde el diseño, nada discreto ni pensado para que no se
vea, los AirPods nos dejan claro que no son unos auriculares inalámbricos
cualquiera
Sin llegar a ser nada voluminosos ni mucho menos pesados, en
el interior de los Airpods hay desde baterías de bastante autonomía o sensores
ópticos y acelerómetros para conocer cuando los llevamos puestos y cuándo no. Y
que esto funcione es muy importante para el resultado global y valoración de
estos auriculares.
Estética

Si obvias lo extraño de su estética, los AirPods solo
presentan un problema a nivel de diseño: el temor a perderlos cuando no los
llevamos puestos
Visto lo bien que se desenvuelven para hacer deporte y la
comodidad que supone no llevar cables; echamos de menos la faceta deportiva en
forma de resistencia al agua y salpicaduras para estos AirPods.
Conclusión
En conclusión deberíamos decir que estos AirPods destacan en
casi todo, teniendo un diseño rompedor (aunque esto es muy subjetivo), una calidad
de audio similar a las de sus predecesores con cable (la cuál era muy buena) y
una autonomía casi ofensiva. Pero hay que destacar un problema que se les
encuentra y es su poca adaptabilidad, constando de una estructura de plástico duro.
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